Autobiografías
Como parte de un trabajo relacionado con la materia de taller de lectura y redacción, nos vimos encargados a elaborar un pequeño texto en el que habláramos sobre nuestra vida y sus momentos más importantes, por ello es que tanto Jorge como yo creamos una autobiografía y a continuación podrán leerlas

Autobiografía de Emiliano Sandoval Moreno
Mi historia comienza un 8 de mayo del año 2009 en el hospital Santa Elena ubicado en Celaya, Guanajuato, México. Ese día y en este lugar nazco yo: Emiliano Sandoval Moreno. A partir de aquí comienza a desarrollarse una vida llena de deporte, tristezas, alegrías, enojo, sobre todo, diversión. Desde mi primer día en este mundo hasta los 2 años no hice nada mas que quedarme en mi casa y convivir con mi mamá, (María Angelina Moreno Robledo) quien entonces no tenía trabajo y era ama de casa.
Por lo poco que recuerdo y por las fotos que he visto, puedo decir que estos 2 años fueron muy felices y me permitieron desarrollar muchísimo amor hacia mi mamá. por otra parte, mi vida estudiantil comienza a mis 2 años cuando ingreso al preescolar "Challes Dickens", ubicado cerca de mi casa, aquí pase 1r0, 2d0 y 3r0 de preescolar, La verdad no recuerdo esa época, solo algunos momentos de juego en mis recesos o de actividades con mi familia. Todos los días mi mamá pasaba por mí y regresábamos a la casa caminando, todo esto mientras mi papá trabajaba en su oficina de arquitectura (José Norberto Sandoval Godínez). Gracias a mi mala memoria tendremos que pasar a mi siguiente etapa como estudiante: el kínder. Para este nivel escolar, mis padres me inscribieron en la escuela "Winnicott", donde, sin duda alguna viví años maravillosos. En este lugar inicié mis primeras amistades y comencé a ver el mundo de una manera distinta, pues interactué con el exterior. Además de empezar a adquirir conocimientos, también dieron inicio 2 de mis grandes pasiones: el beisbol y el fútbol. No recuerdo como inicié a practicar el beis, pero si recuerdo que a esa edad ya iba a todos mis entrenamientos a San Miguel Octopan, a los que me llevaba mi abuelito Luis Moreno Romo. Me adentré tanto en el beisbol que participé en varios torneos, tanto municipales como regionales. Sin embargo, debía de mejorar mi velocidad y para hacerlo, mi mamá decidió meterme a fútbol, con el pretexto de mejorar mi condición física. No sabía que tomaría una de las mejores decisiones en su vida. Así, comencé a entrenar lunes, miércoles y viernes en el club Quetzali con el club León. Poco a poco me fui emocionando mas y más en el fútbol, tanto que hasta fui dejando el beisbol de lado. Pero aún me sique encantando. Durante los 3 años que viví en kínder, pasé experiencias nuevas e inolvidables, como festivales, expediciones y cumpleaños de amigos, y, aunque me la pasara genial, tenía que crecer y entrar a Primaria.
Así, mis papás y yo tuvimos que comenzar a buscar nuevas escuelas, pues la mía solo era Kínder. Nos agradaron varias, pero finalmente nos decidimos por una que nos recomendó mi directora: el Instituto Chaurand". Aquí entré un poco temeroso, sin embargo, no pasó mucho tiempo para empezar a hacer nuevos amigos y sentirme un poco más cómodo en este inicio de etapa; uno de ellos es Diego, mi mejor amigo y con el que todavía me sigo llevando. Por fin tenía a mi disposición una cancha de fútbol para jugar en los recreos y eso me hacía muy feliz, tanto que empezaba a disfrutar la escuela. Pero hay momentos para todo, y, si bien jugaba y jugaba futbol, desde primero hasta sexto de primaria fui demasiado estudioso y responsable, por lo que todos los años logré el primer lugar de mi grupo y era abanderado de la escolta. A lo largo de toda primaria hubo maestros y maestras que me marcaron y que me hicieron ser parte de lo que hoy soy. Además seguí practicando fútbol estos 6 años, en el misino club y ahora también, con el equipo representativo de mi escuela. En el primero gané muchos torneos pero en el segundo no pudimos ganar el primer lugar nunca. Pasaron 6 años desde mi llegada al Chaurand y ahora tengo que pasar a Secundaria. Esta, sin duda alguna, fue la etapa de la que más he aprendido, pues no toda fue felicidad. Principalmente, comencé el primer año en línea debido a la pandemia generada por cl COVID-19, lo que ya hacía complicadas las cosas. Poco a poco fuimos regresando a lo presencial, primero nos dividieron en grupos y a mi me tocó con gente con la cuál casi no había interactuado, por lo que fue importante para expandir mi círculo social. Posteriormente, pudimos volver a retomar las clases como antes, en salones y con grupos completos. Sin embargo, también enfrenté otro problema, la muerte de mi abuelito. Fue de las cosas que más me han dolido, pues era mi compañía a todas lados y lo admiraba demasiado, pero traté de seguir con mi vida sin ponerme triste siempre, pues sabía que él no quería verme así. De esta forma, mí día con día cambió rotundamente y a decir verdad, aún lo extraño. Por otra parte, en cosas mas felices, logré lo que siempre había soñado, que era jugar un torneo a nivel nacional con mi escuela. Resulta que mi director inscribió al la Instituto a esta campaña en donde podían participar estudiantes de primero, segundo y tercero de secundaria, y, gracias a mis buenas actuaciones en los partidos de preparación, pude colarme a la lista final y así, cumplir un sueño. Aunque no ganamos, el aprendizaje que obtuve fue enorme y más que suficiente para crecer como futbolista y persona.

En secundaria, las materias eran mucho más pesadas, por lo que tuve que adaptarme y equilibrar las horas de tareas con las de partidos y entrenamientos, fue complicado al inicio pero me fui acostumbrando y se reflejó en mis calificaciones, pues seguía en lo más alto de mi grupo. También en Secundaria viví mi primera relación afectiva, en donde experimenté miles de cosas nuevas, aprendí demasiado y fui muy feliz, además hizo que viera la vida desde otro punto y que no me preocupara tanto. Sin embargo, eso acabó a inicios de este año, en 2024 y ahora le deseo lo mejor. Secundaría ha sido una etapa en la que he aprendido más cosas por lo que me ha pasado en la vida, que por la que me han enseñado. Siempre trato de aprender algo de todo lo que me pasa y es eso lo que me ha llevado a mejorar como hijo, persona, amigo, futbolista y estudiante y lo que hoy me hace ser el niño feliz, risueño, gracioso, empático, con autoestima, responsable, disciplinado, tenaz y valiente que soy. Ahora me encuentro en tercero de secundaria, ya elegí preparatoria y estoy muy emocionado de iniciarla, pero esta etapa aún no acaba y espero que la vida me siga dejando escribir mi historia por un largo tiempo, siempre agregando cosas nuevas.

Autobiografía de Jorge Miguel Nito Cornejo
En esta autobiografía, me dispongo a abrir las puertas del pasado y explorar los senderos que han moldeado mi vida hasta el día de hoy. Desde los primeras recuerdos de mi infancia hasta los desafíos y triunfos que he enfrentado en mi camino, sin más que agregar les comenzaré diciendo que el día 24 de Julio del 2009 nací yo, Jorge Miguel Nito Cornejo, me tocó nacer en la ciudad de Celaya. De chiquito tengo muchos recuerdos con mi mamá, unos muy buenos momentos, y de mi papá podría decirse que casi no estuvo con nosotros, muy pocas veces lo llegué a ver pero casi nunca tuve ninguna interacción con él, llevando así que desde chico adoptará de forma paterna a mi Tío Alejandro Nito Cornejo, que el también me adoptaría como hijo, así apoyando a mi mamá y a mí.

Dato curioso, mi mamá Liliana Nito Cornejo, decidió que yo no tendría los apellidos de mi papá, haciendo así que me apellidara igual que mi mamá y todos sus hermanos. Volviendo con mi vida, mi primer escuela fue el Gymborre, donde eran muchos juegos y así fueras conociendo, pero siempre tenía que estar contigo tu mamá para que pudieran interactuar, así hasta mis 8 meses porque luego ingresé a la guardería del IMSS donde desarrollé mis habilidades psicomotrices, cumpliendo mis 4 años entrando a preescolar en el Jean-Peaget, descubriría mi pasión por el fútbol, durando tan solo 2 años ahí, para posteriormente pasar a la primaria llamada Rosa Gonzales de Carmona, en esta duraría hasta primero de primaria ya que se nos hace difícil ir a esa escuela, tomando la decisión de cambiarme de escuela al Instituto Chaurand que por suerte quedaba a lado de mi casa y era menos complicado.

Aquí dure toda primaria y secundaria, en este lapso comencé a practicar natación y fútbol, ahí tomaría un papel importante mi papá, ya que el era el me llevaba a esas dos actividades, agarrando más cariño hacia mí, porque como el era nadador le gustaba verme y me decía que yo tenía un gran talento en este deporte, inscribiéndome así a competencias y por alguna extraña razón siempre quedaba en 1er lugar algo que ponía muy feliz a mi papá y a mí, pero la verdad me gustaba más el fútbol de la escuela, teniendo torneos en otros lugares y llegando así a poder quedarme en un hotel con mis amigos gracias al fútbol, esa noche será inolvidable. Y ahora nos encontramos en el presente donde estoy tomando una decisión muy importante en mi vida, que será a qué prepa me voy a ir, ya que desde esta decisión mi vida cambiará y tengo miedo porque no tengo ni la mayor idea de cómo me irá, pero sé que podré contra cualquier cosa que se venga.
