"Crónica de Crimen y Castigo"

De igual forma que como lo hicimos con rebelión en la granja, tuvimos que leer otra historia, solo que esta vez en lugar de hacer una reseña, tendríamos que crear una crónica de los hechos ocurridos en el libro desde la perspectiva del protagonista. Tras varias horas intensas de lectura y escritura, nuestros resultados fueron los siguientes:
CRÓNICA DE EMILIANO
Hola, mi nombre es Radión Raskólnikov y a partir de este relato, les mostraré la forma en que poco a poco fui perdiendo la cordura y cometí un crimen que cambió por completo mi vida. Resulta que siempre fui una persona un tanto extraña, prefería convivir con mis propios pensamientos y mente antes de interactuar con algún individuo. Me encontraba estudiando mi carrera universitaria, sin embargo, debido a la pobre situación económica de mi familia, me vi obligado a abandonar el estudio y a empeñarle lo mínimo que me quedaba a mi casera para poder seguir viviendo bajo techo. Lentamente, mi vida fue derrumbándose y haciéndose cada vez, más triste. No hacía mayor cosa que visitar bares, sumergirme en mi pensamiento, analizar a los extraños que visitaban el lugar, y, de vez en cuando, platicar con desconocidos acerca de nuestras situaciones personales. Todo era gris y nublado, hasta que llegó uno de los momentos culminantes de mi existencia: el enterarme de que mi hermana se casaría en contra de su propia voluntad con un hombre rico, con el propósito de mejorar la condición económica familiar. No podía permitir que mi hermana pasara por eso y, desesperado por encontrar soluciones, inicié a pensar sin razonamiento, optando como mejor opción asesinar a mi casera. Bajo mi mente preocupada y nada clara, yo mismo justificaba el homicidio, pues ella poseía demasiados bienes y riquezas que podrían ayudar a una gran cantidad de personas, además, aseguraba que nadie la quería y le haría un favor a la sociedad. Claro está, no pensaba nada bien, pero el destino tampoco me ayudaba, al contrario, me convencía más. Esto lo digo porque cierto día, me topé con la hermana de la que sería mi próxima víctima, y me comentó que su familiar pasaría una semana sola en su casa. Yo lo tomé como una señal del universo y terminé de convencerme para cometer el crimen. Cierto día partí hacia la casa de Aliona Ivanova (mi casera), no tuve mayor problema para entrar y, ya en el interior, cometí el crimen. Cogí el Hacha que ya llevaba y no le tuve ninguna compasión a la mujer, traté de no dejar mi huella en la escena y comencé a tomar todas las cosas de valor que encontrara, pero, mientras hacía esto, la hermana de mi victima entró a la vivienda, por lo que le tuve que aplicar la misma dosis. Tomé la mayor cantidad de joyas y salí de ese lugar, sin embargo, empecé a creer que estaba totalmente loco por lo que cometí y en cuanto el suceso comienza a volverse popular, trato de esconder todas las perlas que me relacionan con el asesinato. La culpa invade mi cuerpo y alma, lo que causa que entre en una enfermedad llena de pesadillas y delirios durante 4 días. Pronto me entero que un pintor vecino de mi casera es acusado de cometer el crimen, lo que causa que mi me conciencia me atormente cada vez más. Voy hasta el lugar del atentado y de regreso, presencio el arrollamiento de un señor que conocí en el bar al que iba: Marmeladov. Lo llevé a su casa y su hija solo llegó para ver a su padre morir, a partir de este momento, mi relación con Sonia (la hija de Marmeladov) se hizo más especial. Ese mismo día, llegué a mi casa y mi madre y hermana estaban ahí. Les confesé que no voy a permitir que mi hermana se case y a mi madre no le gustó la idea, pues nos vimos envueltos en una discusión. Otro día, Sonia llega de visita a mi casa, y, después de presentarla a mi familia y de aceptar la invitación que me hizo para asistir al funeral de su padre, le pido que me acompañe con el juez que lleva el caso del asesinato para recuperar todo lo que le había empeñado a Ivanova. Estando con él, me comienza a hacer preguntas muy comprometidas y me cita otro día para hablar de los empeños. De nueva cuenta, mi mente me traiciona y empiezo a pensar que fui descubierto. Acudo al alojamiento de mi hermana y madre para tratar de arreglar las cosas, pero, al no conseguirlo me voy de ahí, sin saber que mi mejor amigo (Arcadio, que está enamorado de mi hermana y planea evitar su boda) me seguía. Mi confianza y amor por Sonia aumenta cada vez más, así que planeo confesarle lo que hice y le pido que huya conmigo, todo esto, lo escuchó Arcadio. ¿Recuerdan que el juez me había citado en la policía? Pues llegó ese día y tras varias horas intensas y muy incómodas, me despido de él, pero, antes de salir, entra un pintor y se entrega, asegurando que él mató a la casera. Llega el funeral y el último adiós hacia Marmeladov y aquí sucede otro de los momentos clave en mi aventura, pues le confieso todo a Sonia, y ella, en vez de asustarse o enojarse, reacciona de la mejor manera y sugiere que me entregue para que mi castigo no sea tan grande. Para este punto, ya estaba perdidamente enamorado de ella. Más tarde, inicio a conversar con mi hermana y me cuenta que tuvo problemas con su prometido, además me menciona lo increíble que le parece Arcadio, mi mejor amigo. Parecía que ya nada podría salir mal, pasó algo que me hizo saber todo lo contrario: la madre de Sonia perdió por completo la razón y murió. Empaticé con mi amada en todos los aspectos y hasta yo caí en la tristeza, por lo que Arcadio me visita y trata de hacerme sentir mejor, dándome, además, de que el asesino de la casera ya ha sido sentenciado. Sin embargo, después de numerosas investigaciones y sospechas que me relacionaban con el crimen, los detectives del caso descubrieron que fui yo el responsable del homicidio, por lo que no vi más escape que afrontar la justicia. Actualmente escribo mi historia desde la prisión en Siberia, enfrentando las consecuencias de mis actos y apreciando cada momento de vida, pues el universo me dio una nueva oportunidad para ser mejor persona, empatizar con los demás y ser consciente de lo que hago. Nunca más volvería a cometer un crimen así, pues ya aprendí mi lección y sé que nadie está por encima de la ley. Los invito a pensar todas y cada una de las cosas que hagan, pues todo en este mundo tiene consecuencias y tenemos que aprender de ellas, yo lo estoy haciendo, y estos 8 años me servirán para reflexionar y apagar el sentimiento de culpa que me invadió desde el día del asesinato
CRÓNICA DE JORGE
En las calles de San Petersburgo, se cuenta la historia de Rodion Raskólnikov, un estudiante universitario cuya mente inquieta y atormentada lo lleva por un oscuro camino. Desde el momento en que lo conocemos, Raskólnikov es un hombre dividido entre su intelecto y su espíritu atormentado por la miseria y la alienación social.
Una mente brillante pero plagado por la pobreza y la desesperación, Raskólnikov se sumerge en bastantes pensamientos oscuros y teorías sin sentido. Convencido de su propia superioridad y moralidad relativa, elabora una teoría sobre "hombres extraordinarios" que en su mente tienen derecho a transgredir las leyes. Este concepto lo lleva a cometer un acto brutal el asesinato de una anciana prestamista, un crimen que lo consume tanto física y emocionalmente.
A través de encuentros con una variedad de personajes, desde la virtuosa Sonia, hasta el astuto detective Porfiri Petrovich, Raskólnikov se ve obligado a confrontar las profundidades de su alma. Cada interacción arroja luz sobre su compleja psicología y sus motivaciones ocultas, revelando capas de su ser que están muy oscurecidas.
A partir de ese momento, el joven estudiante se convierte en un hombre atormentado por la culpa y el miedo. Cada paso que da está marcado por la sombra del crimen, y su mente se convierte en un laberinto de confusión y desesperación. Sin embargo, en medio de la oscuridad, también hay destellos de humanidad en Raskólnikov. Su relación con Sonia, la joven prostituta con un corazón de oro, muestra un lado más suave y compasivo de su naturaleza. A través de sus conversaciones con ella, descubrimos las luchas internas del joven, su búsqueda de redención y su dese de acabar con sus pecados. Pero incluso cuando la justicia finalmente alcanzó a Raskólnikov y es enviado a Siberia, su alma sigue siendo un campo de batalla, enfrentando su castigo físico y moral, luchando por reconciliar sus ideales con la dura realidad de sus acciones.